Historia de la Misoginia, Capítulo Uno

Álvaro Rodríguez

En el mundo de los objetos y las prótesis, los artefactos de anticoncepción tienen su historia genealógica situados en los instrumentos del castigo y la tortura, en las herramientas de la decisión y de la muerte. Quizá estas últimas las de la muerte extendidas y mucho más asistidas por una cierta mirada médica masculina que durante mucho tiempo controló y dominó los espacios de anticoncepción no siempre desde los lugares más asépticos y apropiados. Algunos otros espacios creados por mujeres que procuraron la atención inmediata en casos de urgencia y peligro. Estos espacios casi siempre clandestinos fueron perseguidos y destruidos desde mucho tiempo atrás. Las técnicas rudimentarias para atender un parto no deseado o un método anticonceptivo costo la muerte de muchísimas mujeres en camillas y sillas de exploración.

La muestra A History of Misogyny, Chapter One: On Abortion, and the repercussions of lack of acces que se presenta actualmente en el Centro de la Imagen fue presentada en 2016 en los encuentros de Arles y obtuvo el Premio de la Photo Madame Figaro-Arles y la beca Fotopress. El Fotolibro On Abortion cuidado por Dewi Lewis fue acreedor del Premio al mejor libro Aperture Paris-Photo y ha sido nominado al Deutsche Börse Award.

On Abortion muestra la primera parte de un trabajo más amplio sobre la Historia de la Misoginia una investigación visual de la artista multidisciplinaria barcelonés Laia Abril. On Abortion problematiza las condiciones históricas de precariedad con las que el aborto ha sido practicado. Los peligros inherentes a prácticas en extremo tortuosas y sumamente peligrosas que acompañan la muerte de 47, 000 mujeres cada año según esta documentación. Varillas, espinas vegetales y animales, astillas y palos, ganchos y perchas, pinzas y substancias, tubos y cordones forman parte de los instrumentos ilegales para realizar abortos. Fórceps y espéculos son algunos de los instrumentos que aún subyacen de la brutalidad obstétrica y simbolizan los objetos de invasión y perforación corporal que pueden contraer infecciones y la muerte. Los testimonios visuales y los relatos que recoge Laia Abril en esta investigación transportan al espectador por el profundo mundo de la intervención abortiva. Una silla de exploración se muestra en medio de una sala, lo que permite rodearla y situarse en el centro de estos espacios ambiguos de esperanza y dolor, de degradación y resilencia corporal. Laia Abril trabaja actualmente en dos proyectos:

Chapter two: On Rape, galardonado con el Visionary Award de Tim Hetherington Trust y que se exhibirá en Les Filles du Calvaire en 2020; y el Genesis Chapter: On Mass Hysteria, nominado al Prix Elysée”.

Fotocolectania

On Abortion. A History of Misogyny – Chapter One: ON ABORTION, and the repercussions of lack of access es una exposición cuidada y coordinada por Andrea Celda para el Centro de la Imagen que hace del Festival FotoMéxico un recorrido de enormes dimensiones reflexivas en estos tiempos de reacción falocéntrica patrialcal. On Abortion, pone en el centro de la discusión, la violencia psicológica y corporal que implica un tratamiento precario en los cuerpos de quienes han procurado su práxis.

Álvaro Rodríguez es historiador

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Textos en español de A History of Misogyny, Chapter One: On Abortion, Laia Abril.

On Abortion. A History of Misogyny – Chapter One: ON ABORTION, and the repercussions of lack of access , Centro de la Imagen, 2019.

Shunga

Álvaro Rodríguez

La pintura shunga es un género de producción visual japonés también conocidas como estampas de primavera o del mundo flotante, dibujos, estampas, grabados y xilografías donde el sexo es el paroxismo de la representación durante el periodo Edo (1603-1867), aunque estuvo regulada como material explícito, este género dominó la cultura popular impresa del japón con una sensualidad y soltura que las shunga se convirtieron en un material muy buscado y preciado por el pueblo.

En las imágenes de primavera los personajes cotidianos podían mantener relaciones sexuales de todo tipo, incluso con animales, seres fantásticos y monstruos de la mitología. Imágenes heterosexuales, homosexuales y zoofílicas, las shunga pueden considerarse imágenes antecedente de la pornografía oriental a fines del siglo XIX. Las shunga mostraban relaciones que podían despertar toda clase de ensoñaciones y fantasías de jóvenes inexpertos, de célibes y seguramente personas que por su condición mantenían relaciones onanistas o prohibidas. Las shunga se consideraron imágenes bellísimas llenas de colorido, de una experimentación en la hipertrofía de los órganos sexuales, del bestialismo, de las cavidades corporales, de los contactos y de las fornicaciones múltiples. Como las imágenes santorales, las shunga también podían ser consideradas imágenes muy potentes para proteger a los individuos de los incendios, acompañar a los samuráis en la soledad del servicio y de los abandonos de sus esposas y viceversa.

En la película de La Región Salvaje de Amat Escalante, uno de los principales actores del argumento de la película es un monstruo tentacular cuya función sexual tiene una referencia muy evidente con el célebre grabado de Katsushika Hokusai: El sueño de la esposa del pescador-Tako to ama, El ama y el pulpo- y que ilustró el libro Kinoe no komatsu en 1814 e influenció el filme Shindo Kaneto-Hokusai Manga mejor conocida como Edo Porn. La imagen tiene otro eco en la película de horror Possesion 1981 del director Andrzej Zulawski, donde un octopedo es la siniestra posesión de la fascinación sexual de la protagonista Anna (Isabelle Adjani).

Las shunga más allá de su sentido explícito, son imágenes muy potentes de la sensualidad, de lo extramarital y de la fantasía que produce lo copular, de manera que su gran éxito se debió al deseo reprimido que estalló en un mercado de consumo de imágenes sin precedentes. Artistas y pintores occidentales fueron aficionados y coleccionistas de estas imágenes, desde impresionistas hasta pintores abstractos como Picasso, las shunga fueron alimento para sus espíritus, bajo ese colorido que deslumbra en las xilografías de copulación, “lo oscuro esta por siempre”.

Álvaro Rodríguez es historiador

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Kinoe no komatsu 1814, de Katsushika Hokusai en British Museum

Mujeres Vinileras

Álvaro Rodríguez

Este sábado 7 de diciembre se celebra el primer aniversario del Colectivo Mujeres Vinileras, un colectivo de reciente formación, a penas en diciembre de 2018 donde Jennifer Rosado curadora y artista federó a un grupo de 33 mujeres que se han ido sumando a su paso como los colectivos Aquelarre de León Guanajuato y Witches Sound System de Cuernabaches.

Colectivo Mujeres Vinileras comienzan a tocar en lugares alternativos de la ciudad de México, desde su aparición en el Punto Gozadera, la escena se ha expandido a la ciudad de Oaxaca con un puch sonoro y asociativo encomiable. Las posibilidades retrofuturistas de las tornamesas, ponen en la mesa del play sonidos infinitos para el rock, el trip hop, salsa, reggea, cumbia, electro, disco, dancing, todas la varibles del pop y el dance hall.

“Pinchar no sólo dejar correr la pista”

El Colectivo ha participado en varios festivales y encuentros donde promueven el coleccionismo, la conservación, la técnica y el conocimiento y la apropiación tecnológica que les permite desarrollar toda clase de ejecuciones y performances con la música y sobre todo compartir experiencias y estrategias artísticas.

Pariciparán este sábado: Marisol Mendoza & Sol salsita MUSAS sonideras, Miss Nena, Bego, Albe & Catrina, Ciriaca, Sanky, Eduarda, VRTX, Hously, María Delirium, Isis Medusa, Mizz Andrew, Sonora Mulata, Cynthia Candelas, Jeni Janes, Alejaina, Terracota, Errante + Dj Invitada.

12 horas de música, 20 colecciones y 20 mujeres que seleccionarán música para un público amplio en el Jardín Juárez a partir de la 1 pm y hasta la 1 de la mañana.

Álvaro Rodríguez es historiador

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Marcianos vs Astronautas

Marcela Chao

Marsarchive.org es un proyecto que a través de un archivo colaborativo, actividades educativas de divulgación del conocimiento, así como colaboraciones artísticas, fomenta la reflexión entorno a las posibilidades, retos y cuestionamientos que plantea el planeta Marte.   

Como ya es tradición, este 14 de diciembre del 2019 se llevará a cabo la 3era posada marciana con la temática “Marcianos vs Astronautas” ¿Cuáles serán las consecuencias de este contacto? Para refexionar en torno al tema realizaremos un meet up con la presencia de la Mtra. Marión Alvez doctorante en astrobiología, el Lic. Dante Valdovinos experto en derecho espacial, la Mtra. en Ciencias Oriana Trejo quien hablará de las misiones científicas en el planeta rojo, así como del escritor y miembro del seminario de estéticas de la ciencia ficción Ramón López Castro quien nos dará un recorrido por la forma en la que la ciencia ficción ha abordado esta confrontación

Contaremos con talleres dedicados al público infantil y juvenil que estarán a cargo de la Asociación Ciencia y Cultura para Todos (ACCT) y Capicua quienes realizarán un taller de rovers de cartón y otro de narrativas ciencia ficcionales. 

En la parte musical, tocará la banda de minimal jazz y electrónica Juggernot  que creará paisajes sonoros salidos de una película de ciencia ficción mientras que los DJs, Manuel Horta, Felipe Q y Falzo nos pondrán a mover el organismo con funky planetario, disco y ritmos tropigalácticos. Por si fuera poco, contaremos con una estación de flash tattoo con temática espacial que realizará el tatuador @laratarey

Claro está que no podrán faltar nuestros villancicos, piñatas marcianas y el delicioso ponche rojo.

Los esperamos el sábado 14 de diciembre de 16:00 a 1:00 horas en El Nidal, ubicado en Nogal 275, Colonia Santa María la Ribera, Ciudad de México. 

Venta de boletos en:  https://bit.ly/382GWtf

Marcela Chao es astrofísica cuántica, directora de Marsarchive.org

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www.marsarchive.org

https://www.facebook.com/groups/marsarchive

PROGRAMA

Dixit Radio – Entrevista a Amat Escalante

En ésta emisión de Dixit Radio conversamos con Amat Escalante director de la película La Región Salvaje (2016) y con Itala Schmelz Herner organizadora del Ciclo de Cine Latinoamericano del Segundo Encuentro de Estéticas de la Ciencia Ficción 2019 en la Cineteca Nacional. Una charla donde Amat nos confiesa algunos de los secretos que envolvieron la producción de su multipremiada película y algunos vínculos e influencias con maestros de la cinematografía contemporánea.

Pueden consultar el programa del Ciclo de Cine Latinoamericano de Ciencia Ficción aquí.

Dixit Radio – Entrevista a Miguel Ángel Fernández Delgado

Estuvimos con el historiador y jurísta Miguel Ángel Fernández Delgado charlando sobre los retrofuturos en la ciencia ficción mexicana decimonónica en el marco del 2do Encuentro de Estéticas de la Ciencia Ficción 2019 en el Centro Nacional de las Artes.

Ya no comemos cuento

Aucabo

En un ambiente de censura y coerción a diversos artistas, colectivos culturales y medios de comunicación independientes, (allanamiento a la sede de la revista cartel urbano), así como la solicitud de la Policía Nacional de eliminar un sitio web de un medio digital, se desarrolló el 21 de Noviembre el paro nacional en Colombia.

Paralelamente a estos sucesos de intimidación de la libertad de expresión y de prensa, el gobierno nacional días antes del paro comunicó un conjunto de posibles medidas restrictivas (toques de queda, ley seca, judicialización de vándalos…), que incendiaban y acaloraban el ambiente de las manifestaciones. Igualmente, los medios de comunicación masivos se focalizaban en recordar los incidentes y hechos violentos de anteriores paros, con el objetivo evidentemente de construir una narrativa del miedo y el peligro que representa salir a las calles, así como crear una indignación hacía los “vándalos criminales y terroristas que marchan”.

Esta lógica discursiva del binomio gobierno- medios de comunicación, sigue favoreciendo los intereses de una ultraderecha anclada al continuismo de la guerra y la negación rotunda de la paz, por supuesto ensombreciendo los verdaderos motivos de las protestas, que en Colombia y en América Latina sobran. Sería innumerable la lista de razones por las cuales la gente salió a las calles pero entre otras, el bombardeo de niños, asesinato sistemático de líderes sociales e indígenas, desempleo creciente, una desconsiderada reforma pensional y la histórica y epidémica corrupción que bastan para que el pueblo se movilice.

A pesar de este contexto represivo y autoritario, el paro Nacional del 21 de Noviembre (21N) signó la historia de la sociedad colombiana como una de las movilizaciones más numerosas, más enérgicas y creativas. Más allá de los desmanes ocurridos en diversas ciudades y que ensombrecieron las manifestaciones (saqueos y enfrentamientos violentos contra la fuerza pública) en un hecho sin precedentes, el pueblo, de manera espontánea y auto organizada salió a las calles cacerola en mano y expresó su profundo inconformismo por la situación actual del país, por quienes lo manejan y lo des-conducen.

El cacerolazo de la noche del 21 de Noviembre fue un grito de resistencia y de contestación que emergió en todas las zonas de la ciudad. Desde todos los puntos cardinales ciudadanos salieron a las calles para expresar su empatía, su comprensión del otro que sufre y demanda justicia social, igualdad y oportunidades, ese otro que durante esa noche fuimos todos. Mientras que el presidente en una alocución televisiva vacía y carente de conexión con la realidad social, enfatizaba en los signos de violencia y vandalismo ocurridos durante el día, el pueblo le estaba gritando al unísono de la onda metálica de las cacerolas, que estamos cansados de una clase política mohosa, retrograda y bélica que mira hacia el pasado, que está cada vez más distante y lejana de las demandas transformadoras de la sociedad.

En efecto, el gobierno y la fuerza pública son tan displicentes a estas acciones colectivas cargadas de música, arte y cultura (los cacerolazos, los plantones y las comparsas han continuado constantemente), que en la tarde del sábado 23 de Noviembre un miembro del ESMAD (Escuadrón Móvil antidisturbios) hirió a un joven de 18 años que se encuentra entre la vida y la muerte. Este hecho refleja el carácter hipócrita y farsante del actual gobierno. Mientras que el presidente habla de la protección de los ciudadanos y el respeto al derecho constitucional de la protesta, el caos y el desorden son sembrados en las calles por las fuerzas policiales1. Estas contradicciones se suman a una declaración oficial del día sábado donde se propone un diálogo entre gobierno y sectores sociales para escuchar sus solicitudes. Sin embargo, considero que un buen segmento de los ciudadanos “Ya no comemos cuento”. Al partido de gobierno, a la élite económica y política lo que les interesa es neutralizar y detener las marchas bajo la misma historia de siempre: mesa de diálogos, concertación y como está ocurriendo en Chile, con una reforma constitucional que en realidad no le interesa a los ciudadanos.

Esta retórica de la falsa conciliación, no puede socavar las verdaderas exigencias de la sociedad, por esa razón no se trata de firmar un decreto o un acuerdo que sirva como un paliativo y sedante de la movilización. Colombia y América Latina (optimismo pesimista), están despertando y debemos seguir tejiendo esperanza, cambio y acciones creativas y contundentes.

Bogotá, Colombia 25 de Noviembre, 2019.

1 Hay pruebas audiovisuales contundentes que demuestran la implementación de la teoría del pánico por parte del gobierno nacional. En los últimos días en ciudades como Cali y Bogotá se decretó toque de queda, se consiguieron vándalos que fueron pagados para sembrar el terror, los dejaban en conjuntos residenciales y luego los ciudadanos en pánico solicitan la presencia de la fuerza pública , como la ciudad esta militarizada, llega el ejército a presentarse como salvadores y héroes en la situación. Esta estrategia está respaldada por el temor y el miedo que se han creado en redes sociales.

Aucabo es antropólogo y doctor en urbanismo por la Universidad de París X Nanterre.

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El camino del héroe

El Borrador

Viví en el SENAME hasta hace unos pocos años, y cuando comenzó el estallido social me dieron ganas de quemarlo todo.
Robé, varias veces, en la calle y en casas, sabía que lo que hacía era malo, pero ya tenía quince años, nadie iba a venir a rescatarme, me las tuve que rasgar, solo. Pensé en trabajar, pero sinceramente las ganas de ver arder todo siempre me llamó mas la atención.

Todo cambió para mí cuando llegó un niño de seis años, con el Javier decidimos adoptarlo y llevarlo por el camino del bien, que no fuera como nosotros, que aún tenía oportunidad, que alguna familia se lo llevaría, que estudiara, que se preparara cuando saliera ¿Y para qué? Un día simplemente desapareció. Nunca me compré el asunto de su adopción, sus cosas todavía seguían en su pieza, él se hubiese despedido de nosotros, pero no, se fue.
Una noche preguntamos por él, sabiendo que algo raro había pasado. Finalmente nos llevaron donde supuestamente estaba, ahí fue cuando de la nada me desvanecí en el suelo. Cuando desperté, me vi en un lugar que parecía hospital por dentro, me costó moverme, miré a mi lado y el Javier con los ojos cerrados, y a mí otro lado otro niño del Sename a quien le raspaban el estómago con una navaja. Me embargó el miedo, no sabía si hacerme el dormido o escapar. A los minutos el tipo salió de la sala y me paré, lo más rápido que pude, un tanto mareado y tomé al Javier, pero este no despertaba, su cuerpo pesaba. Comenzaron a buscarnos, y yo, meándome, literalmente, llorando, le pedía a mi amigo que despertara, pero este nunca lo hizo. Me arranqué, sin él.

Llegué a Calama desde Santiago, pidiendo plata, quedándome en la calle, pasando hambre y frío. Pero un día alguien tuvo la gentileza de recogerme, un abuelo. Me llevó hasta su casa, sinceramente pensé que iba a abusar de mi y que esa sería mi forma de pago a cambio de comida y techo, mi vida era tan rata que estaba dispuesto a entregarme, pero no, él solo quería ayudarme y nunca me dijo por qué. El viejo estaba loco, decía que era cinturón negro, siempre me pedía que le pegara combos en la guata y la ponía dura como fierro, yo le puse el “Maestro Rochi” como el de Dragon Ball, mas encima era califa, se parecía caleta. Armó unas pesas con tarros de leche y cemento con las que me tuvo haciendo levantamiento de brazos. Me enseñó a como pegar tres golpes con un movimiento, a defenderme en la calle y en la vida, me hizo leer, a bajar la rabia, a contenerme, y por sobre todo me enseñó a llorar.
El Viejo Rochi me tuvo como 4 años en su casa y yo más encima le llevaba un vino de regalo gracias a una propina que recibí como empaque en un supermercado, pero ahí estaba, colgado en su pieza, con una sábana de su cama, una carta de embargo, y el recibo de la plata de la jubilación del banco.

Solo, de nuevo. Triste, lo extraño.

Volví a Santiago, dormí en la calle, y caminé por las avenidas buscando una oportunidad, pero algo muy raro sucedía, la gente estaba sin metro. Por primera vez vi que las personas se miraban a la cara en aquel viernes y conversaba el uno con el otro.
La noche del cacerolazo y yo sonreía, hasta que salieron los militares y no tenía donde irme. Escapé, mientras golpeaban como perros a los vagabundos, sin razón alguna, si aparecía un tanque tenía que agacharme detrás de un árbol. Pero no me duró mucho, un carabinero me apuntó con una pistola, me pidió los antecedentes, mil rollos en mi cabeza y lo decidí, pues el viejo Rochi me había enseñado lo suficiente para poder acabar con aquel tipo en dos segundos. Lo dejé en el suelo, aturdido. Corrí, muchos de ellos me perseguían, pero logré meterme en un colegio donde me escondí, donde cada vez que llegaba el toque de queda yo volvía.

Las marchas en las tardes, la gente que se multiplicaba, el humo a lo lejos, las lacrimógenas sin razón y el murmullo de torturas que se escuchaban.
Un grito desesperado de un señor, alguien quería destruir su pequeño negocio, entré para buscar al tipo, pensé en algún infiltrado, porque ningún civil con dos dedos de frente haría algo como eso… pero no, la sorpresa mayúscula: Javier. Ambos nos miramos, y nos reconocimos de inmediato, este tomó un par de cosas del local y comenzó a correr, fui detrás de él, varias calles más allá lo alcancé. Lo abracé, le pedí perdón, pero su rostro no era el mismo que alguna vez conocí.

– ¿Qué te hicieron?

Se levantó la polera y me mostró una cicatriz.

– Me falta un riñón ¿Te acordái del pendejo que adoptamos la otra vez? A ese lo desarmaron entero, como un auto recién robado. Vírate, loco. Se nota que estái cambiado, no eres como yo.

Lo vi marcharse, mientras me caían las lágrimas y la rabia me consumía. A Javier seguramente lo encontraré nuevamente y no será lo mismo que antes. Pensé en quemarlo todo, como dije al principio, pero ya no estoy de su lado, aunque lo comprenda.

Miré hacia atrás, observé a la multitud escapando de la yuta, y a jóvenes como yo perdiendo la vista por perdigones. No puedo quedarme sin hacer nada. Por el Rochi que terminó con él mismo por la falta de dignidad, por los niños que aún están en el Sename, he decidido taparme el rostro con mi polera, recoger una señalética en medio del caos y acompañarlos en este largo camino.

Soy el grito pidiendo justicia.
Soy la pañoleta que cubrirá tu cara.
Soy la piedra que lanzarás.

Soy PareMan.

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“El camino del héroe”

El Borrador
Instagram del autor y sus cuentos: @elborradoroficial

Soy PareMan. Foto: @periodistafurioso

¿El derrumbe de la estatua?

Álvaro Rodríguez

La enorme aportación del museo universitario de arte contemporáneo de la UNAM en la formación de públicos es incontestable. Sería imposible nombrar aquí en lo que lleva de vida el recinto, la ingente cantidad de exposiciones, temas y dispositivos museográficos puestos a prueba en sus interiores. Otra enorme aportación de su labor es educativa y de mediación con sus públicos. Su inteligencia inicial de poner a disposición sus catálogos en formato electrónico resulta de un compromiso sin parangón en el continente, con la formación de un centro de documentación especializado en arte contemporáneo y con una abierta difusión electrónica de sus catálogos, no sólo para su venta en físico que claramente vale mucho la pena adquirir, el Museo es más que un proyecto cultural, es una casa de formación para la crítica y la producción artística. En esta tesitura convengamos en comentar una exposición y un catálogo que ayuda a entender el paso de lo que José Luis Barrios en El derrumbe de la estatua, ha llamado “lo conmemorativo” hacia las prácticas de transformación de esos artefactos llamados monumentos.

El texto curatorial para la exposición del mismo nombre tuvo lugar en el MUAC y es de una actualidad muy evidente en el contexto de las manifestaciones feministas en el espacio público. Este catálogo debería ser leído aquí y allá, y casi procurar su distribución en librerías de Taibo II para darle visibilidad a la crítica de las empresas y políticas del Estado que se ocupan de dominar el espacio público desde hace más de un siglo, en un espíritu conmemorativo y de celebración. El derrumbe de la estatua supone una negociación democrática por establecer un debate sobre el estatuto del espacio público, su ocupación y su simbolización. También a través de la intervención se pone en juego la legitimidad de quién debería y tendría el derecho a ocupar los espacios de memoria, los imaginarios políticos y los símbolos del régimen. Para una generación milenial que creció con el MUAC, el derrumbe de los monumentos obedece a un derecho de accionar con soberana libertad el espacio público a través de:

“la intervención, situación y acción como crítica y derrumbe de monumentos, ya sean imaginarios, simbólicos o reales”…

Jose Luis Barrios, El derrumbe de la estatua, Folio, MUAC-UNAM, p.14.

…un espacio lleno de estatuas y monumentos producto de una historia patriarcal que le habla a los caudillos y a los patriarcas que nacieron y vivieron en el porfiriato y la revolución mexicana, personajes que caen uno a uno en esta era de la hiperconexión desideologizada o construida por valores distintos al orden y al progreso decimonónico.

¿Por qué molesta tanto las acciones y las intervenciones a mausoleos y cementerios del pasado?, porque en ellos lo que se conserva y se preserva es el imaginario del régimen, el patrimonio del Estado basado en piedras sepulcrales y prístinas que custodian el mito falocrático y fundacional de la nación. Esta monumental ciudad es el adversario epistémico que están enfrentando las mujeres en su andar cotidiano, en su posicionamiento político, en sus demandas ciudadanas de respeto. Es con el derrumbe de estos símbolos, a los que de modo irrenunciable el ciudadano tendría que contestarle a la violencia sistémica del Estado.

La desaparición, el acoso y la violación son símbolos implícitos de estos mármoles blancos, de estos laureles y fascios que ornamentan las beneméritas glorias de la historia de bronce de un país colonizado, emancipados de sus colonizadores y doblegado y aplastado por sus gobernantes.

Frente a ello, la reacción de amplios sectores, incluidas algunas mujeres convencidas de la función de patriarcado denostan la protesta, la intervención a esos hitos fundacionales del poder y desacreditan toda crítica que pueda darle voz a la discrepancia y al repudio de las estructuras perpetradoras de la violación al cuerpo político femenino. En buena medida si el movimiento feminista sabe accionar estéticamente en el espacio público es porque alguna repercusión en la teoría como en la práctica está siendo críticamente leída y perfectamente aplicada bajo el lema: “en México como entre las naciones el respeto al cuerpo ajeno es la paz y si no, la guerra”.

Álvaro Rodríguez es historiador

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