Porque aunque parezca imposible, “lo increíble es la verdad”

Álvaro Rodríguez

Con esta frase, Catch As Catch Can-Jean Sebastien Ruyer intitula una de sus fabulosas series de litografías ficcionales hoy expuestas en el museo de arte contemporáneo de Querétaro.

La ficción es aquello de lo que la verdad no debería desprenderse

Próximamente el Gimnasio de Arte abrirá un curso dedicado a las visualidades forenses, la importancia del tal curso es brindarle a sus miembros una mirada de lo que se ha venido construyendo desde la gran ficción histórica llamada la verdad histórica de Murillo Karam, una puesta en escena de la simulación de los procesos indiciales de rigor en campo, con los que se puede abominar una investigación.

Con la exposición de Forensic Architecture en el Muac, el muro de la verdad, dispositivo de 25 metros donde se representó la línea del tiempo de los hechos ocurridos la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala Guerrero, se extienden las piezas en las salas de arte y los performances. Una actualización de este mural que puede ser consultado en la página de Forensic Architecture y también en la Plataforma Ayotzinapa de la que se desprendió, es sin duda el muro constituido de piezas de lego del artista Ai Wei Wei también en el MUAC.

Tras las pistas de los encubridores

Un break news reciente de Segob, es que Murillo Karam será llamado a comparecer ante los tribunales de la fiscalía, lo que dejó en materia administrativa este funcionario fue literalmente un basurero de líneas de investigación que por su factura no escapan a la investigación misma. Los casi 90 documentos digitalizados que en su momento desclasificó la PGR y que se traducen en miles de fojas, se sostienen de copias ilegibles y obliteradas, imposible de leerlas, con imágenes sin protocolos serios de registro y con un sinnúmero de alteraciones, todo ello sabido y analizado por la EAAF,GIEI y FA.

Veremos si Murillo Karam podrá ponerse una peluca de hippie o una gorra de rapero para librar a la interpol.

Álvaro Rodríguez historiador

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Festividades patrias de la comunidad mexicana en Estados Unidos

José Franco Aguilar

Las festividades patrias del 15 de septiembre exhiben una conmemoración significativa celebrada por la comunidad mexicana en Estados Unidos. Esta fecha se convierte en la oportunidad para mostrar la identidad nacional, lugares icónicos “en las calles, parques y centros culturales de distintas partes del país como en Santa Ana, Los Angeles, Nueva York, Houston o Chicago”.

El día nacional de los mexicanos, una celebración incomoda

En un contexto enmarcado en un discurso racista manifiesto, del presidente estadounidense, las celebraciones mexicanas exaltan comunidad y fraternidad en torno a la patria imaginada, “distante e inasible”. Estas festividades actúan como contrapeso de la perorata de Trump, pero también como una expresión nacionalista que enuncia mayor exaltación a la distancia. Lo anterior, congruente con los resultados de “una reciente encuesta publicada en México por el periódico El Financiero”, que muestra que la mayoría de los mexicanos que viven a mayor distancia de la Ciudad de México “experimentan un fervor nacionalista más acentuado”.

Todos los días, son de los mexicanos

Las remesas no dejan de ser la principal entrada de dinero al país, así lo dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en su discurso del primer informe de gobierno, el 1 de septiembre, la importancia de la mano de obra, pero también de los radicados en la unión americana establece un vínculo indisociable con nuestro país. La riqueza latinoamericana también se mueve más arriba de nuestra frontera, así que no nos sorprende que las ranflas y los lowrider se pasean en los desfiles para conmemorar por triple el 15 de septiembre, como el 20 de noviembre o el 5 de mayo, por una población no sólo mexicana, sino americana que se une a los festejos. La gastronomía es una economía soberana y muy instalada en las principales ciudades de los Estados Unidos, sin mencionar una mano calificada en el sector de la industria de los alimentos y del armado automotriz por citar sólo algunos.

En este contexto confluyen sentimientos patrióticos, discurso antiinmigrante, nostalgia e identidades híbridas. Lo cual es motivo de una realidad particular, caracterizada por el carácter transnacional de la sociedad mexicoamericana. Donde el deseo de consumo de los migrantes por productos “típicos” permite el florecimiento en Estados Unidos de una economía dedicada a satisfacer la nostalgia de los mexicanos que celebran su independencia en un territorio extranjero que los concibe como extraños.

José Franco Aguilar es Doctor en Antropología Social por la UNAM

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El proceso mezcalero

Carmi Cruz

 Los mezcales de México son tan diferentes como lo son las mismas regiones de donde provienen.

“Yo prefiero referirme al mezcal en plural”

En general podemos decir que las piñas de maguey, después del corte, deben cocerse para obtener los azúcares necesarios para la fermentación; de este proceso obtendremos los alcoholes que se separarán en la destilación de donde obtendremos mezcal. Ese es el proceso en términos generales, sin embargo, estos procesos difieren abismalmente entre una región y otra.

En el sur de Jalisco, por ejemplo, aún sigue siendo común realizar la fermentación en huecos naturales entre piedras, mientras que en Oaxaca se realizan en materiales como cuero, plásticos, troncos o tinas de madera.

El cocimiento de las piñas puede realizarse en clásicos hornos cónicos de piedra u hornos de mampostería, como ya son muy comunes en Michoacán.

La molienda puede realizarse con una rueda jalada por mulas, a mazo de madera o desgarradoras mecánicas y, el proceso de destilación, en ollas de barro, en destiladores hechos con troncos ahuecados o un alambique de cobre, sólo por citar algunos ejemplos.

Cada uno de estos procesos proporcionan características únicas y diferentes a los destilados.

Las diferencias en los procesos no son las únicas razones por las que se puede presumir de una infinita diversidad de mezcales, tenemos, además de una enorme diversidad de magueyes, lo que los conocedores definen como “gusto histórico”, es decir, el consenso que tiene una comunidad de lo que debe ser considerado un buen mezcal.

Cada región o comunidad mezcalera tiene un estilo propio y diferente de hacer mezcal que contribuyen a esa infinita gama de posibilidades de obtener Mezcales, y aunque en términos técnicos hablamos de un solo proceso de hacer mezcal, los mezcales representan a muchas comunidades, muchas más regiones que las que reconoce nuestra denominación de origen y son tan diversos como lo es nuestro país mismo.

Elegir el mezcal, es una cuestión de gusto

Yo siempre elijo un mezcal poniendo atención en la región y el productor que en ese momento creo antojarme, tomo en cuenta el tipo de maguey y por lo general prefiero mezcales con graduaciones de 50 grados, porque me parece que en esa graduación donde yo aprecio mejor el dulzor del maguey al que estoy acostumbrada a disfrutar.

“Ahora mismo mi mezcal favorito es ensamble o empalme de maguey martinero con coyote”.

El Martinero es un agave karwinskii, endémico, micro regional. Me gusta porque lo encuentro fresco, verde con notas herbáceas dulces, menta, orégano, un poco amaderado, lo que contrasta deliciosamente con el afrutado del maguey coyote.

Mezcal como elixir medicinal

Yo crecí escuchando a mi abuela, curar dolores de estómago, quemaduras o irritaciones en la piel, curar sustos, empachos, infecciones de garganta, dolores de cuerpo e incluso la comezón de las encías en los bebés, con mezcal solo o acompañado de hierbas, siempre dependiendo de la dolencia.

En Oaxaca se cree firmemente que una copita de Tobalá en ayunas controla la diabetes.

En regiones mezcaleras, tradicionalmente se le dan múltiples usos medicinales a los mezcales que producen, cierto o no, a mi me cura desde empachos hasta las desilusiones del alma.

Carmi Cruz fundadora de Naa Liuu, Mezcal artesanal.

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