Objetos cotidianos, fotografía y pandemia

Mauricio García Arévalo

Nuestra cultura material, deriva de un sinfín de procesos de producción en todo el planeta. Nos llega a través de objetos y artefactos que principalmente adquirimos y con el tiempo algunos se quedan para siempre con nosotros y otros se van por la vía del desecho.

Si decidimos que determinados objetos formen parte de nuestro entorno, estos suelen cumplir un específico lapso de funciones dependiendo en dónde se coloquen, ya sea en los diferentes espacios de nuestras casas, lugares de trabajo, etcétera. Sin embargo, estos objetos con el tiempo, ya sea de manera directa o indirecta, son los encargados de identificar esos lugares, es decir, al espacio que ocupa una cocina se le reconoce por el espacio que se diseñó para dicho fin y los objetos que ahí se encuentran reafirmarán mayoritariamente esa función.

Regularmente, dichos objetos si no son de uso constante, no acaparan nuestro interés de manera completa. Se suele mirarlos de reojo y casi automáticamente y de manera casi inconsciente los identificamos y sabemos que aún siguen en su lugar.

Durante el año 2013, realicé un ensayo fotográfico que derivó en un fotolibro intitulado “Objetos que trascienden” que tuvo el objetivo de reflejar lo anterior mencionado. En este ensayo, se incluyeron breves testimonios de sus propietarios los cuales, dieron pistas de cómo se adquirieron esos objetos, qué funciones cumplieron y por qué aún los conservan pese a que ya no estaban en un lugar cotidiano de actividades. Lo anterior, puede denominarse como una biografía de objetos bajo algunos parámetros de Igor Kopytoff:

¿De dónde proviene y quién hizo la cosa? ¿Cuál ha sido su carrera hasta ahora y cuál es, de acuerdo con la gente, su trayectoria ideal? ¿Cuáles son las “edades” o periodos reconocidos en la “vida” de la cosa, y cuales son los indicadores culturales de éstos? ¿Cómo ha cambiado el uso de la cosa debido a su edad, y qué sucederá cuando llegue al final de su vida útil?

Igor Kopytoff, “La biografía cultural de las cosas: la mercantilización como proceso”, en Arjun Appadurai (ed.), La vida social de las cosas. Perspectiva cultural de las mercancías, Grijalbo/Conaculta, México, 1991, p.92.

Por otro lado, en estos tiempos de pandemia derivados del COVID-19, el confinamiento en nuestros hogares nos ha dado la oportunidad de realizar una serie de actividades que teníamos pendientes o por lo contrario, realizar otras nuevas. Así mismo, seguramente también ha cambiado la mirada hacia nuestros espacios y objetos. Se vuelve a observar lo que cotidianamente no se tomaban en cuenta y que ahora son parte de la rutina actual de aislamiento.

Si optamos por resignificar nuestros objetos cotidianos a través de la observación y registrarlos fotográficamente a través de nuestra mirada particular, se puede cuestionar:

¿cómo llegó o llegaron a ese lugar determinado? ¿realmente, qué función cumple?, ¿cómo se produjo?, ¿tiene una marca de fabricación?, ¿qué significaciones se tendrán actualmente por la adquisición vía internet?, ¿cómo será su final?

Así, puede generarse una nueva forma de documentar la cotidianidad de los objetos basada en información que nos ayude a elaborar una biografía, una línea de “vida”. Con ello no solamente reflexionaremos sobre su elaboración y uso, sino que también servirá para darnos cuenta o reafirmar nuestras formas de consumo y ser más conscientes de lo que estamos adquiriendo y desechando.

Mauricio García Arévalo. Doctorado en arqueología por la ENAH. Especializado en estudios sobre cultura material moderna y fotográfica.

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Nos leemos pronto