Porque aunque parezca imposible, “lo increíble es la verdad”

Álvaro Rodríguez

Con esta frase, Catch As Catch Can-Jean Sebastien Ruyer intitula una de sus fabulosas series de litografías ficcionales hoy expuestas en el museo de arte contemporáneo de Querétaro.

La ficción es aquello de lo que la verdad no debería desprenderse

Próximamente el Gimnasio de Arte abrirá un curso dedicado a las visualidades forenses, la importancia del tal curso es brindarle a sus miembros una mirada de lo que se ha venido construyendo desde la gran ficción histórica llamada la verdad histórica de Murillo Karam, una puesta en escena de la simulación de los procesos indiciales de rigor en campo, con los que se puede abominar una investigación.

Con la exposición de Forensic Architecture en el Muac, el muro de la verdad, dispositivo de 25 metros donde se representó la línea del tiempo de los hechos ocurridos la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala Guerrero, se extienden las piezas en las salas de arte y los performances. Una actualización de este mural que puede ser consultado en la página de Forensic Architecture y también en la Plataforma Ayotzinapa de la que se desprendió, es sin duda el muro constituido de piezas de lego del artista Ai Wei Wei también en el MUAC.

Tras las pistas de los encubridores

Un break news reciente de Segob, es que Murillo Karam será llamado a comparecer ante los tribunales de la fiscalía, lo que dejó en materia administrativa este funcionario fue literalmente un basurero de líneas de investigación que por su factura no escapan a la investigación misma. Los casi 90 documentos digitalizados que en su momento desclasificó la PGR y que se traducen en miles de fojas, se sostienen de copias ilegibles y obliteradas, imposible de leerlas, con imágenes sin protocolos serios de registro y con un sinnúmero de alteraciones, todo ello sabido y analizado por la EAAF,GIEI y FA.

Veremos si Murillo Karam podrá ponerse una peluca de hippie o una gorra de rapero para librar a la interpol.

Álvaro Rodríguez historiador

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Nos leemos pronto