Elizabeth Casasola
Esta semana Alicia Martín dio una clase magistral en el Centro de Arte de Alcobendas en el marco de la primera semana del máster de Photo-España 2019 – 2020. Hizo una rápida retrospectiva a su trabajo. Hizo un eco en mi, cuando ha mencionado la posibilidad de que sus trabajos pueden vivir como escultura y luego como fotografía, en otros casos sólo la imagen como registro ya que se quedaba en lo decorativo. Como si la imagen solo fuera decorativa y no la escultura.
Sin embargo parece que toda su obra que tiene sobre las esculturas con libros están del lado decorativo. Y sin embargo es ahí, un último lugar para que un libro permanezca y siga vivo en el mundo del arte, transformado en otra forma de lectura. Fue entonces cuando mostró su última pieza, un libro insertado en un vidrio, el libro era uno en particular, El arte en la era de la reproductibilidad técnica, primera edición en alemán, fue cuando entendí que habíamos sobrepasado lo decorativo en la imagen y en la escultura.
Esta semana Alicia Martín fue anunciada como acreedora del Premio Antonio de Sancha que otorga la Asociación de Editores de Madrid que le será entregado en noviembre.
40 años del Festival de Cine de la Habana
Fresa y chocolate
Este sábado 26 de octubre, en la sala del cine Berlanga, en Madrid; inicio el ciclo por el Festival de Cine, con la presencia del director del Festival Iván Giroud. Con más de 20 años dentro del festival, presentó el libro El pretexto de la memoria. Giroud compartió el primer capítulo del libro con los asistentes, esto nos permitió acercarnos más al contexto político de la isla que siempre ha influido en todos los ámbitos.
Al final de la presentación, se exhibió Fresa y Chocolate de Fernando Pérez. Tan vigente ahora como antes. A la lejanía de los temas y como espectadora de todo, sólo me hace pensar en la situación de los independientes en Barcelona y la marcha del partido de derecha ayer por la mañana en Madrid. Y es que yo misma me he sentido tan lejana de los catalanes sólo por hablar español aún compartiendo la misma mesa. Resonaba la frase del estelar de la película al tomar whiskey y decir no importa lo que beba uno mientras esté fuerte con sus convicciones. Estos diálogos de amistad en Fresa y chocolate, nos llevan a un espacio intimo de La Habana, donde toda la historia podría vivirse en la sala tomando té, con el fondo de María Callas.
Elizabeth Casasola Artista visual fundadora de La Editora