Anonimato

Álvaro Rodríguez

He aprovechado estos días para ver con mis hijas la saga de las Guerras de las Galaxias, además con la noticia de que existe un universo paralelo del otro lado de nuestra galaxia con más razón he sentido que mis hijas me han obligado a regresar a una cierta época en la que vi imágenes cyborg que me formaron desde el cine. Los personajes como los cascos y las máscaras de los personajes de Star Wars no conjugaban para los años ochenta una cierta anticipación en su estética y en los respiradores que ahora los memes se han encargado de reactivar en el imaginario colectivo.

Hace unos años había escrito un artículo sobre máscaras apoyándome en la antropología de las máscaras de Claude Levi Straus y sus funciones sociales, ese texto me sirvió para relativizar y valorar lo que se había hecho con los cubrebocas durante la pandemia H1N1; máscaras personalizadas, nahualizadas, llenas de humor y colores.

En esta pandemia del covid-19 no he sentido que las ganas sean de ironizar masivamente con un virus lo suficientemente agresivo y letal para bromear con las mascarillas. He visto makers customizar y hacer sus propios diseños de máscaras covid-stars wars con impresoras 3D. Esa posibilidad es mínima cuando hemos presenciado una carestía mundial por hacerse de un equipo digno para la autoprotección y para enfrentar en la primera línea de contención del coronavirus. Los primeros memes eran sobre seres salidos de la película de Blade Runner o el bar de Jabba de Hutt emplasticados y cubiertos con las más siniestras e inimaginables protuberancias faciales hechas de cualquier material posible. Esto fue cambiando en la medida que el virus nos fue mostrando su lógica de contagio y transmisión. Los debates políticos enardecidos en muchos países por la falta de mascarillas, un cierto monopolio de estos enseres y su ultrafabricación express en medio de la parálisis económica y de producción textil. El anonimato que otorga no sólo el cubrebocas en todas sus modalidades de efectividad y protección:

“la N95 en un 95 % de efectividad, la máscara quirúrgica en un 95 %, la FFP1 en un 95%, el cubrebocas de carbón activado en un 10%, las máscaras de tela y esponja en un 0%”

En fin, el delirio inmunitario que se persigue con toda clase de diseños, materiales y efectos estéticos, seguido de lo que las autoridades ya han alertado acerca de sus malos e ineficientes usos.

Con todas las ventajas y desventajas, el anonimato sigue siendo interesante, según el tipo de máscara otorga una cierta identidad de consumidor, contenedor del virus o propagador, pero establece un anonimato horizontal que puede ser contradictorio para efectos de la identidad y la identificación personal. El problema es para los cuerpos de la seguridad como para los propios ciudadanos en todos los rincones del mundo. Al menos las máscaras que produjo el artista visual Zach Blas para su pieza Facial Weaponization suite mask (2011) intentaba establecer un artefacto antiidentificatorio contra los dispositivos de identificación basados en inteligencia artificial. Sus máscaras prometían un barrido de rasgos que fundaban el anonimato y sugerían un régimen de libertades faciales.

En algunos países es obligatorio el uso de máscaras cubrebocas al entrar a bancos o establecimientos, es más, los ejecutivos de los bancos y las cajeras las usan independientemente que te identifiques con una ID, el aspecto de interacción es el anonimato. La policía en ciertos países y dependiendo del plan de confinamiento usa los cubrebocas como una práctica ya instalada de abuso de autoridad para no ser identificados como perpetradores de violencia policial. Quizá el espacio que ha sido consagrado para no usar máscaras han sido las reuniones por zoom y metting. Pero en lo que concierne al estricto uso de protección y medida de no contagio es la calle. De manera que aquellas personas que se preguntaban por los embozados y embozadas, por los zapatistas y enmascarados, por los forajidos y los bandidos, han tenido que adoptar una lógica de anonimato similar para salvar vidas y salvar sus vidas.

Además de los trabajadores de transporte y obras, el personal obrero que ha estado en la primera línea del abasto de la ciudad, otros actores que han estado presentes en los puntos rojos de contagio han sido los equipos médicos y los fotoperiodistas.

Recuerdan al “vato del dron”, Sergio Arau de quienes fueron duramente criticados sus imágenes de la marcha del 8M, pues este fotógrafo ha sido uno de estos singulares agentes de la información que ha retratado los rostros anónimos que diariamente han estado luchando en el frente contra el covid-19. En una estética de ciencia ficción, Aheida Bautista una mujer especialista en gastroenterología es retratada por Arau para dar cuenta del trabajo y el reconocimiento del personal del Centro Médico S.XXI que como una Mandalorian enfrenta con una fuerza paralela al lado oscuro del virus.

Álvaro Rodríguez es historiador

[email protected]

  • Photo: Christopher O'Leary
  • Niveles de protección de mascarillas
  • Foto: Sergio Arau
  • Comentarios

Shunga

Álvaro Rodríguez

La pintura shunga es un género de producción visual japonés también conocidas como estampas de primavera o del mundo flotante, dibujos, estampas, grabados y xilografías donde el sexo es el paroxismo de la representación durante el periodo Edo (1603-1867), aunque estuvo regulada como material explícito, este género dominó la cultura popular impresa del japón con una sensualidad y soltura que las shunga se convirtieron en un material muy buscado y preciado por el pueblo.

En las imágenes de primavera los personajes cotidianos podían mantener relaciones sexuales de todo tipo, incluso con animales, seres fantásticos y monstruos de la mitología. Imágenes heterosexuales, homosexuales y zoofílicas, las shunga pueden considerarse imágenes antecedente de la pornografía oriental a fines del siglo XIX. Las shunga mostraban relaciones que podían despertar toda clase de ensoñaciones y fantasías de jóvenes inexpertos, de célibes y seguramente personas que por su condición mantenían relaciones onanistas o prohibidas. Las shunga se consideraron imágenes bellísimas llenas de colorido, de una experimentación en la hipertrofía de los órganos sexuales, del bestialismo, de las cavidades corporales, de los contactos y de las fornicaciones múltiples. Como las imágenes santorales, las shunga también podían ser consideradas imágenes muy potentes para proteger a los individuos de los incendios, acompañar a los samuráis en la soledad del servicio y de los abandonos de sus esposas y viceversa.

En la película de La Región Salvaje de Amat Escalante, uno de los principales actores del argumento de la película es un monstruo tentacular cuya función sexual tiene una referencia muy evidente con el célebre grabado de Katsushika Hokusai: El sueño de la esposa del pescador-Tako to ama, El ama y el pulpo- y que ilustró el libro Kinoe no komatsu en 1814 e influenció el filme Shindo Kaneto-Hokusai Manga mejor conocida como Edo Porn. La imagen tiene otro eco en la película de horror Possesion 1981 del director Andrzej Zulawski, donde un octopedo es la siniestra posesión de la fascinación sexual de la protagonista Anna (Isabelle Adjani).

Las shunga más allá de su sentido explícito, son imágenes muy potentes de la sensualidad, de lo extramarital y de la fantasía que produce lo copular, de manera que su gran éxito se debió al deseo reprimido que estalló en un mercado de consumo de imágenes sin precedentes. Artistas y pintores occidentales fueron aficionados y coleccionistas de estas imágenes, desde impresionistas hasta pintores abstractos como Picasso, las shunga fueron alimento para sus espíritus, bajo ese colorido que deslumbra en las xilografías de copulación, “lo oscuro esta por siempre”.

Álvaro Rodríguez es historiador

[email protected]

Kinoe no komatsu 1814, de Katsushika Hokusai en British Museum

Marcianos vs Astronautas

Marcela Chao

Marsarchive.org es un proyecto que a través de un archivo colaborativo, actividades educativas de divulgación del conocimiento, así como colaboraciones artísticas, fomenta la reflexión entorno a las posibilidades, retos y cuestionamientos que plantea el planeta Marte.   

Como ya es tradición, este 14 de diciembre del 2019 se llevará a cabo la 3era posada marciana con la temática “Marcianos vs Astronautas” ¿Cuáles serán las consecuencias de este contacto? Para refexionar en torno al tema realizaremos un meet up con la presencia de la Mtra. Marión Alvez doctorante en astrobiología, el Lic. Dante Valdovinos experto en derecho espacial, la Mtra. en Ciencias Oriana Trejo quien hablará de las misiones científicas en el planeta rojo, así como del escritor y miembro del seminario de estéticas de la ciencia ficción Ramón López Castro quien nos dará un recorrido por la forma en la que la ciencia ficción ha abordado esta confrontación

Contaremos con talleres dedicados al público infantil y juvenil que estarán a cargo de la Asociación Ciencia y Cultura para Todos (ACCT) y Capicua quienes realizarán un taller de rovers de cartón y otro de narrativas ciencia ficcionales. 

En la parte musical, tocará la banda de minimal jazz y electrónica Juggernot  que creará paisajes sonoros salidos de una película de ciencia ficción mientras que los DJs, Manuel Horta, Felipe Q y Falzo nos pondrán a mover el organismo con funky planetario, disco y ritmos tropigalácticos. Por si fuera poco, contaremos con una estación de flash tattoo con temática espacial que realizará el tatuador @laratarey

Claro está que no podrán faltar nuestros villancicos, piñatas marcianas y el delicioso ponche rojo.

Los esperamos el sábado 14 de diciembre de 16:00 a 1:00 horas en El Nidal, ubicado en Nogal 275, Colonia Santa María la Ribera, Ciudad de México. 

Venta de boletos en:  https://bit.ly/382GWtf

Marcela Chao es astrofísica cuántica, directora de Marsarchive.org

[email protected]

www.marsarchive.org

https://www.facebook.com/groups/marsarchive

PROGRAMA

Dixit Radio – Entrevista a Amat Escalante

En ésta emisión de Dixit Radio conversamos con Amat Escalante director de la película La Región Salvaje (2016) y con Itala Schmelz Herner organizadora del Ciclo de Cine Latinoamericano del Segundo Encuentro de Estéticas de la Ciencia Ficción 2019 en la Cineteca Nacional. Una charla donde Amat nos confiesa algunos de los secretos que envolvieron la producción de su multipremiada película y algunos vínculos e influencias con maestros de la cinematografía contemporánea.

Pueden consultar el programa del Ciclo de Cine Latinoamericano de Ciencia Ficción aquí.

La estética de la ciencia ficción

Álvaro Rodríguez

El día de mañana se darán cita un grupo de especialistas, fans y conocedores del universo de las estéticas de ciencia ficción en México y Latinoamérica.

“En el marco del centenario luctuoso de Amado Nervo, pionero de la ciencia ficción mexicana, y los cien años de la publicación de Eugenia de Eduardo Urzaiz Rodríguez, una de las primeras novelas de ciencia ficción escritas en el país”. ..

2do Encuentro de Estéticas de Ciencia Ficción 2019.

… se organiza el segundo encuentro de estéticas de la ciencia ficción que promete además de un rico espacio destinado a charlas y conferencias magistrales sobre la línea continua de las representaciones y los procesos estéticos de la ciencia ficción en México (como un conjunto epistémico que permea otras latitudes), también se presentará en la Cineteca Nacional un ciclo destinado a la producción cinematográfica de la ciencia ficción latinoamericana en donde veremos: La región salvaje de Amat Escalante, Ovnis en Zacarpa del guatemalteco Marcos Machado Loria, Branco Sai, Preto Fica de Adirley Queirós de Brasil o Adiós querida luna de Fernando Spiner entre otras.

El seminario y encuentro de ciencia ficción en México que coordina Amadis Ross González y Loreto Alonso Atienza se antoja para una media semana llena de sorpresas, intercambios y producciones en el Cenidiap, Centro Nacional de las Artes, los días miércoles 27 al viernes 28 desde las 10 am y el sábado 29 el ciclo proyectado en la Cineteca Nacional. La entrada será libre y todo está listo para viajar al retrofuturo y al más allá.

Álvaro Rodríguez es historiador

[email protected]

PROGRAMA

2do Encuentro de Estéticas de Ciencia Ficción 2019 / CENART

Lat(A)normal.

Emilio Fuentes

El Colectivo La Lata, es una red de estudiantes y egresadxs  de diferentes instituciones: UNAM, ENAH, UAM, comprometidos con el tema de la discapacidad. Una de las ventajas que tenemos es la formación y grados académicos de cada uno de los integrantes, pues el diseño, la psicología social, los estudios latinoamericanos, el trabajo social ,la antropología social, la etnohistoria y sobre todo nuestra experiencia se conjuntan  para dar un giro en la manera de ver, entender y concebir la discapacidad más allá de una visión hegemónica en donde la medicina, la abogacía y la pedagogía -principalmente- han acaparado los espacios en donde se habla del tema, invisibilizando las vivencias de las personas con discapacidad.

Múltiples voces, diversos sentires

Fue a través  de seminarios y encuentros impartidos por la profesora Patricia Brogna que logramos coincidir para después conformarnos como colectivo, iniciando con el primer ciclo de cine en el Cine Villa Olímpica donde tuvimos ocho proyecciones, entre ellos documentales como Yes We Fuck, Texturas ResilientesThe Fight en donde se contó con la presencia de los directores y protagonistas de estas historias, logrando intercambiar con el público algunas  reflexiones sobre la sexualidad, el arte y los movimientos sociales. Lo anterior,, ayudó para que algunos asistentes cambiaran la manera de ver y entender la discapacidad.  De esta manera, se consolidó  primera actividad en colectivo y que hasta el momento seguimos replicando en el Centro de Cultura Digital, pues creemos  en la potencia que tiene el cuestionar la representación de la discapacidad en el cine, pues reproduce imaginarios y estigmas que hemos naturalizado.

CECRID 2019-2020

Otra de las actividades que logramos consolidar como colectivo es el Coloquio de Estudios Críticos sobre Discapacidad (CECRID), arrancando en mayo de 2018 en la Escuela Nacional de Trabajo Social, y continuándolo en agosto de este año en el Instituto de Investigaciones Antropológicas, ambos pertenecientes a la Universidad Nacional Autónoma de México.

El objetivo principal del coloquio es abrir el  diálogo sobre la discapacidad, apostando por la generación de nuevos enfoques que enriquezcan  al tema desde las corporalidades, la necropolítica, los feminismos, las maternidades y la sexualidad que conjugan activismo, testimonios de personas con discapacidad y academia, que hasta ahora no se ha visto  abordando el tema desde sus diferentes áreas. De esta manera también se apuesta por la generación de epistemologías desde nuestro contexto, pues en muchas ocasiones se abordan y se aspiran teorías ajenas al contexto mexicano.

Toma de conciencia

Una de las actividades desarrolladas en este tiempo fue el Taller de Toma de Conciencia sobre Discapacidad, impartido compañerxs guías del Museo de Memoria y Tolerancia, al personal administrativo de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y a estudiantes de diferentes licenciaturas con y sin discapacidad de la Universidad Autónoma de México.

La intención del taller es cambiar el paradigma sobre la discapacidad a partir de la revisión histórica de la discapacidad.

En un primer momento se aborda la construcción de la normalidad para dar paso al nacimiento de la discapacidad como categoría para finalmente abordar la representación de la misma en los medios de comunicación y la manera en que se muestra. Para complementar lo anterior, se desarrollaron tres dinámicas inspiradas en algunos juegos populares mexicanos  que recrean situaciones y escenarios en la vida de las personas con discapacidad. Hasta el momento sólo se retoman cuatro discapacidades: motriz, intelectual, visual y auditiva.

En cada una de las actividades realizadas, se retoma la experiencia de  estudiantes, maestros y el personal con discapacidad, pues a través de la Biblioteca Humana se busca cambiar la manera de abordar y relacionarse entre los asistentes desde la horizontalidad.

Finalmente, el colectivo se encuentra desarrollando un glosario “disca” que busca, a través de nuestras formaciones académicas, redefinir la discapacidad y la manera de representarla a lo largo de la historia.

Emilio Fuentes es antropólogo de la ENAH y miembro del Colectivo la Lata*

[email protected]

*El Colectivo la Lata es un proyecto integrado por estudiantes y egresados de distintas disciplinas de las Ciencias Sociales y universidades públicas de la Ciudad de México quienes trabajan el tema de la discapacidad desde un enfoque crítico.

La escultura, la fotografía y lo decorativo

Elizabeth Casasola

Esta semana Alicia Martín dio una clase magistral en el Centro de Arte de Alcobendas en el marco de la primera semana del máster de Photo-España 2019 – 2020. Hizo una rápida retrospectiva a su trabajo. Hizo un eco en mi, cuando ha mencionado la posibilidad de que sus trabajos pueden vivir como escultura y luego como fotografía, en otros casos sólo la imagen como registro ya que se quedaba en lo decorativo. Como si la imagen solo fuera decorativa y no la escultura.

Alicia Martín, Centro de Arte Alcobendas, Madrid, 2019. Eli Casasola.

Sin embargo parece que toda su obra que tiene sobre las esculturas con libros están del lado decorativo. Y sin embargo es ahí, un último lugar para que un libro permanezca y siga vivo en el mundo del arte, transformado en otra forma de lectura. Fue entonces cuando mostró su última pieza, un libro insertado en un vidrio, el libro era uno en particular, El arte en la era de la reproductibilidad técnica, primera edición en alemán, fue cuando entendí que habíamos sobrepasado lo decorativo en la imagen y en la escultura.

Alicia Martín, Libro de vidrio, Centro Alcobendas, Madrid, 2019. Eli Casasola.

Esta semana Alicia Martín fue anunciada como acreedora del Premio Antonio de Sancha que otorga la Asociación de Editores de Madrid que le será entregado en noviembre.

40 años del Festival de Cine de la Habana

Fresa y chocolate

Este sábado 26 de octubre, en la sala del cine Berlanga, en Madrid; inicio el ciclo por el Festival de Cine, con la presencia del director del Festival Iván Giroud. Con más de 20 años dentro del festival, presentó el libro El pretexto de la memoria. Giroud compartió el primer capítulo del libro con los asistentes, esto nos permitió acercarnos más al contexto político de la isla que siempre ha influido en todos los ámbitos.

Al final de la presentación, se exhibió Fresa y Chocolate de Fernando Pérez. Tan vigente ahora como antes. A la lejanía de los temas y como espectadora de todo, sólo me hace pensar en la situación de los independientes en Barcelona y la marcha del partido de derecha ayer por la mañana en Madrid. Y es que yo misma me he sentido tan lejana de los catalanes sólo por hablar español aún compartiendo la misma mesa. Resonaba la frase del estelar de la película al tomar whiskey y decir no importa lo que beba uno mientras esté fuerte con sus convicciones. Estos diálogos de amistad en Fresa y chocolate, nos llevan a un espacio intimo de La Habana, donde toda la historia podría vivirse en la sala tomando té, con el fondo de María Callas.

Elizabeth Casasola        Artista visual fundadora de La Editora

[email protected]

Errata

Álvaro Rodríguez

Los gestos de corrección son más que reflejos de una conciencia disciplinaria, son sobre todo reparaciones de memoria y consignas frente a la construcción de realidades. Es como Errata se inaugura en una era de la verdad algorítmica y los archivos hipercustodiados.

Este 10 de octubre, la Fundación Antoni Tápies, inaugurará Errata, la exhibición de ocho proyectos de Ariella Aïsha Azoulay quien intervendrá en la gramática imperial de los archivos fotográficos: Enough! Claiming Rights, Natural History of Rape, Master Pieces, Books not in their Right Place, Potencial History of Palestine, Unshowable Photographs-Many Ways not to Say Deportation, Errata-Imperial Publications y Un-Document-Undoing Imperial Plunder [film].

El trabajo de Ariella Azoulay después de Historia Potencial, nos mostró como una narrativa puede ser inscrita en el marco de la ignominia y el exterminio. Azoulay en el ejercicio minucioso de la indagación muestra la manera en la que deben ser interrogados los archivos contemporáneos. La violencia también se inscribe materialmente en el saber, y es como el aparato lingüístico establece un glosario de términos que instituyen la violencia y los lugares comunes, los desprecios, el genocidio y la desaparición.

“Interferir en el conocimiento imperial impreso en los libros, de desaprender las estructuras imperiales de numerosos gestos heredados por académicos, artistas, fotógrafos y conservadores de museos que los utilizan en sus prácticas”

https://fundaciotapies.org/es/exposicio/ariella-aisha-azoulay-errata/

La exposición promete recorrer desde los modos no-imperiales de la cultura archivística, tal y como procedería un impresor avezado en las correcciones y precisiones en el contexto de la propaganda de guerra. Los terrenos que serán explorados son aquellos que definen la segunda mitad del siglo XX: la segunda guerra, la destrucción de palestina y otros proyectos coloniales. El cuidadoso escrutinio de la posición de curadores, jefes de obra, expertos en arte y académicos que han contribuido a fijar y petrificar sensibilidades y discursos desde la narrativa imperial. Azoulay también problematiza el museo como un espacio discursivo donde sus gestores son los principales agentes del dominio cultural y lingüístico.

La reflexión de Azoulay se centra principalmente en las formas no sólo en las que se construye el archivo, sino como el archivo dispone los materiales del pasado para ser leídos de una forma y no de otra, como el archivo se torna un dispensador de fuentes y documentos que se tornan indispensables y ocultan la posibilidad de ser interpelados de diversas formas por los ciudadanos.

Esta cultura imperial de las pruebas documentales parte de la premisa de la sacralización de los objetos, que quedan sellados en el pasado y pasan a ser considerados como “históricos”, o sea donde el mito los cristaliza como incuestionables.

Errata inside en esa sacralidad archivística imperial, y visibiliza aquellos errores derivados de esas afirmaciones sustanciales, extraídas de los documentos “históricos”. La compulsión de los conservadores, los centinelas, los directores de archivos que consideran la preservación de un pasado intacto e inamovible y explotan desde sus posiciones institucionales esa visión imperial del pasado. En el retoque, en la digitalización, en la transformación y la desmaterialización de los documentos, en su obliteración, expurgo y destrucción, Azoulay indaga el estatus selectivo e intocable del conocimiento. Este estatus documental pasa por libros, documentos, fotografías principalmente y obras de arte.

Ariella Azoulay en su filme Un-documented: Undoing Imperial Plunder establece un derecho a revertir el conocimiento imperial y las formas de la violencia constituyente. El régimen imperial que pondera todo Estado nación y pretende separar el tratamiento de los objetos y el maltrato de personas como indocumentadas.

En una doble operación la demanda por el derecho a reconstruir el conocimiento postimperial y decolonial estalla con la inscripción del derecho fundado en aquellos objetos expoliados y saqueados que fueron “bien documentados y registrados”, que sirvieron a generaciones para aprender en las vitrinas de los museos de historia y que restituyen ese derecho a aquellas personas solicitantes de asilo, generalmente indocumentadas de donde provienen dichos objetos “bien documentados”.

Álvaro Rodríguez historiador

[email protected]

La ciencia ficción de la Nouvelle vague

Itala Schmelz

Vivir en el futuro

Ayer vi en YouTube una entrevista a la escritora y cineasta Marguerite Duras, realizada por la TV francesa en 1985, donde le preguntaron cómo se imaginaba el futuro:

“Creo que las personas estarán literalmente sumergidas en la información. En una información constante. Sobre su cuerpo, sobre su devenir corporal, sobre su salud, sobre su vida familiar, sobre su salario, sobre su entretenimiento. No está lejos de la pesadilla. No habrá nadie que lea, todos verán la televisión. Habrá pantallas por todos lados, en la cocina, en el closet del baño, en la oficina, en las calles. Nadie viajará más, no valdrá la pena viajar. Cuando se puede dar la vuelta al mundo en 8 o 15 días ¿Para qué hacerlo? En el viaje hay el tiempo del viaje, no se trata de ver rápido. Se trata de ver y de vivir al mismo tiempo. Vivir el viaje ya no será posible. Pero nos quedará el mar por lo menos, los océanos, y además la lectura. Las gentes van a redescubrir la lectura. Una persona, un día, leerá y entonces todo recomenzará.”

Chaîne de Brut.

Entre 1985 y la actualidad, la evolución en las formas y lenguajes de producción y reproducción audiovisual, la innovación en los equipos tecnológicos personalizados y la aparición de la web, han sido muy significativos, y en torno a éstos la sociedad se ha transformado profundamente. El imaginario distópico del siglo XX representó a una humanidad enajenada por La sociedad del espectáculo; como la bautizó el contemporáneo de Duras: Guy Debord, quien advirtió que llegaría el momento en el que las relaciones entre los sujetos (y consigo mismos) estaría mediada por las imágenes generadas por el sistema económico-político dominante, y planteó un arte situacionista y un anti-cine subversivo para oponer resistencia. Ambos autores, si viajaran en el tiempo hasta el presente, no podrían creer cómo vivimos y en qué medida sus prospectivas fueron atinadas.

Viajar en el tiempo

Contrario a la súper producción de ciencia ficción del cine norteamericano, es excepcional el cortometraje: La Jetée de Chris Marker (1962). Esta película está hecha mediante la edición de fotografías fijas (excepto una breve secuencia de tres segundos con la sonrisa de la heroína). La narración que construye Marker, con gran lírica visual, habla de un hombre del futuro que se enamora de una mujer del pasado. Este hombre es sometido a experimentos científicos para viajar en el tiempo. Resulta el mejor candidato porque tiene marcada en su memoria la imagen incierta de una mujer con la que alguna vez cruzó su mirada. La imagen fugaz y parcial que con nostalgia lo impulsa hacia el pasado, termina siendo la imagen de lo que verá antes de morir. En una especie de tiempo que se hace bucle, el viajero es atraído al pasado por su propia fatalidad.

Por su parte, Alain Resnais, sin el gran guión, escrito por Marguerite Duras, que tuvo para filmar: Hiroshima Mon Amour (1959), en su film: Je t’aime, je t’aime (1968) no construyó una historia de amor y pasión tan convincente: una mujer crónicamente depresiva orilla a su pareja a querer quitarse la vida. El ensayo fílmico es sin embargo muy interesante. El autor construyó la historia como un viaje en el tiempo desordenado y caótico, en el que el personaje, conducido dentro de una cápsula del tiempo, vuelve a vivir los últimos meses de su vida antes de intentar suicidarse. Debido a las fallas en el experimento, el personaje va y viene, sin control y repetidamente, por los instantes ya vividos. El espectador construye la historia cubistamente, al final se arma la lógica de la historia, contada en lapsos de tiempo cronológicamente desordenados. En esta película, el autor francés se acerca a la ciencia ficción pero hace una fuerte crítica: “los científicos son ineptos, el experimento sale mal y la presencia tecnológica es pobre”.

Merker y Resnais hicieron interesantes colaboraciones previas a estas películas como en Les Statues meurent aussi; trabajos donde lo creativo y experimental estaba en la edición, como base para contar historias, incluso para crear falsos documentales o ficciones a partir de materiales fílmicos diversos. La Jetée y Je t’aime je t’aime son dos ensayos cinematográficos ajenos a las ciencias físicas y al cine de aventura, que abordan el tema del viaje en el tiempo como una cuestión filosófica sobre la memoria y los futuros posibles, jugando poéticamente con “el espacio tiempo-cinematográfico.”

Ciencia ficción romántica

En el mismo periodo del declive de la época de oro Hollywoodense, cuando se sacaban a destajo films de ciencia ficción clase b con argumentos ideológicamente reaccionarios, es interesante observar cómo se acercaron al género los cineastas franceses. En el momento más álgido de “la nueva ola”, sus autores tomaron de la ciencia ficción su aspecto de crítica a la modernidad y al sistema capitalista. Pienso en Jean-Luc Godard y su film Alphaville (1965). Esta película está inspirada en las distopías de: George Orwell, 1984 (1948) y de: Aldous Huxley Un mundo feliz (1932). El autor nos presenta  en su particular estilo policiaco, la aventura de un detective que se enamora de la hija del científico inventor de la computadora que controla a la humanidad futura. Alphaville es una sociedad enajenada, encerrada en una ciudad colmena, mantenida activa e iluminada con energía artificial exigua. Este film tiene una moraleja romántica: Héroe y heroína huyen de Alphaville. ¿Es el amor la respuesta? ¿Hay a dónde huir?

Las frases de Duras, que cité al principio del texto, parecieran estar narrando la película de Francois Truffaut, Fahrenheit 451 (1966) basada en la novela homónima de Ray Bradbury (1953). Los bomberos se dedican a quemar libros y dentro de los títulos que arden, como guiños particulares del autor a sus amigos, aparecen los de la propia Duras, así como los Cahiers du Cinema. El bombero cae en la tentación de leer un libro y pierde su filiación al poder como si despertara de una hipnosis; finalmente huye (con su enamorada) al bosque, donde viven los hombres libro, cada quien con un libro guardado de memoria en la cabeza, salvaguardando la poesía, la narrativa y el pensamiento, que la sociedad de control ha declarado nocivos para la salud del pueblo, sustituyéndolos por enormes pantallas interactivas y revistas llenas de imágenes.


Este grupo de cineastas de ruptura, hicieron una ciencia ficción que podemos denominar romántica. A diferencia de la ciencia ficción comercial del periodo, que promovía el futuro súper tecnologizado, generando todo un imaginario como promesa de porvenir del capitalismo triunfante. Estos autores, escépticos, trataron de desmontar el discurso dominante y poner en duda sus virtudes. 

Si en estas películas Marker y Godard apuntan hacia una idealización romántica del amor, como lo que salvará al individuo dentro de la sociedad de control, Dumas y Truffaut tienen la idea romántica de que en un mundo enajenado por las imágenes dominantes, serán los libros, como objetos de la activa imaginación humana, los que despierten a los zombis posmodernos, y aún estará el mar, los océanos.

Itala Schmelz es Maestra en filosofía por la FFyL de la UNAM, curadora y crítica de arte contemporáneo.

[email protected]