La estética de la ciencia ficción

Álvaro Rodríguez

El día de mañana se darán cita un grupo de especialistas, fans y conocedores del universo de las estéticas de ciencia ficción en México y Latinoamérica.

“En el marco del centenario luctuoso de Amado Nervo, pionero de la ciencia ficción mexicana, y los cien años de la publicación de Eugenia de Eduardo Urzaiz Rodríguez, una de las primeras novelas de ciencia ficción escritas en el país”. ..

2do Encuentro de Estéticas de Ciencia Ficción 2019.

… se organiza el segundo encuentro de estéticas de la ciencia ficción que promete además de un rico espacio destinado a charlas y conferencias magistrales sobre la línea continua de las representaciones y los procesos estéticos de la ciencia ficción en México (como un conjunto epistémico que permea otras latitudes), también se presentará en la Cineteca Nacional un ciclo destinado a la producción cinematográfica de la ciencia ficción latinoamericana en donde veremos: La región salvaje de Amat Escalante, Ovnis en Zacarpa del guatemalteco Marcos Machado Loria, Branco Sai, Preto Fica de Adirley Queirós de Brasil o Adiós querida luna de Fernando Spiner entre otras.

El seminario y encuentro de ciencia ficción en México que coordina Amadis Ross González y Loreto Alonso Atienza se antoja para una media semana llena de sorpresas, intercambios y producciones en el Cenidiap, Centro Nacional de las Artes, los días miércoles 27 al viernes 28 desde las 10 am y el sábado 29 el ciclo proyectado en la Cineteca Nacional. La entrada será libre y todo está listo para viajar al retrofuturo y al más allá.

Álvaro Rodríguez es historiador

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PROGRAMA

2do Encuentro de Estéticas de Ciencia Ficción 2019 / CENART

André, El Gigante

Oscar G. Hernández

Esa delgada línea entre ficción y realidad, es lo que atrae y seduce a las masas de seguidores para formar parte de algo mayor: la lucha entre el bien y el mal. Los luchadores pertenecen a bandos de rudos y técnicos, de buenos y malos, de santos y demonios que tratan de construir una leyenda para la cual narran la historia sobre la vida de un personaje que las más de las veces se funde con la vida misma.

En el año de 1984 Dave Letterman entrevistaba a André René Roussimoff quien era y probablemente es la figura más reconocida de la lucha libre a nivel internacional. André pesaba más de 250 kilos y medía 2.24 metros de altura. Letterman le preguntó sobre por cuánto tiempo pensaba seguir luchando. Roussimoff respondió –No lo sé, quizás esta noche sea mi última pelea. Nunca podemos saberlo…nunca podemos saber lo que ocurrirá en el ring.− Con esta frase resumía el lo que representaba subir a luchar, y mostraba lo que había sido su vida hasta ese momento.

André, El Gigante era como se le conocía en el mundo de la lucha libre, desde niño debió sufrir por su condición física y esa extraña enfermedad conocida como acromegalia o gigantismo. La leyenda de este luchador se inicia desde esa lejana infancia cuando Samuel Beckett era quien debía llevarlo a la escuela ya que el autobús escolar solía rechazarlo por su estatura. Tiempo más tarde correría la fortuna de ser descubierto e invitado a integrarse para dedicarse a la lucha libre. A partir de ese momento el éxito parecía inevitable.

Box Brown un artista de narrativa gráfica recopiló anécdotas y recurrió a una enorme cantidad de documentos de todo tipo para reconstruir la biografía de este luchador y darlo a conocer desde una óptica que muestra la vida de una celebridad desde lo raro, desde la distinción por su cuerpo.

André como luchador fue un tema polémico ya que era un personaje que inspiraba a muchos a luchar, incluso sirvió de pretexto para crear películas de la serie Rocky. Sin embargo lo que Brown nos muestra no es simplemente la parte humana de este luchador que la mayor parte de su vida fue visto y tratado como un verdadero freak, a pesar de su éxito, de su fama y de su dinero.

Brown construye un relato en el que evita caer en el drama fácil, a pesar de que durante toda esta novela gráfica veremos a un André alcoholizado, sin embrago nunca vemos de manera evidente su sufrimiento, Brown deja que el lector contemple y resuelva lo que está ocurriendo. El logro de este autor es que arma en viñetas limpias con un estilo de dibujo que proviene del cartoon para traernos la leyenda de un verdadero gigante. Al recorrer sus páginas nos envuelve con una fuerza que proviene de la narración simple. No hay en la estructura de sus planchas composiciones complicadas o rebuscadas, sólo los cuadros clásicos del cómic bien aplicados y de esa manera sostener la historia.

André el Gigante, Vida y Leyenda. Nos hace sentir la grandeza de este luchador en sentido literal. Nos hace reflexionar también sobre las formas de racismo y marginación que se ejerce sobre los cuerpos que son diferentes, en este caso muy diferentes; Además nos muestra cómo hace apenas unas cuantas décadas aún se podía recurrir a la formula circense para mostrar lo que se llamaba fenómenos y de esa manera llenar una arena.

Esta novela gráfica se convirtió de inmediato en un best seller, estuvo por más de tres semanas en las listas de los libros más vendidos del New York Times. También se convirtió en uno de los primeros cómics contemporáneos que se meten al género documental de manera más que brillante y que nos deja pensando durante mucho tiempo sobre la delgada frontera entre lo que es el espectáculo y la realidad, de como la mitología de la lucha libre se recrea a partir de la vida de estos personajes que no sólo buscan ganar si no cumplir una función en ese ring, en ese escenario que para ellos es la vida sin más.

Oscar G. Hernández editor de sección en la Revista Marvin

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André, The Giant, Obey.

Gay Gigante versus Reptiles

Oscar G. Hernández

Una de las teorías de la conspiración divertídisima es la de reptilianos, esos seres que se han infiltrado en nuestro planeta, para controlarnos y esclavizarnos. Esta teoría es de gran ayuda para integrarse en una fiesta cuando no conoces a nadie.

Los reptilianos van desde la reina de Inglaterra, Angelina Jolie, Barak Obama, Zuckerberg y sin duda Chabelo.

Algo que llama la atención sobre estas teorías con reptiles: es la del cerebro reptiliano, una hipótesis noventera que clasifica el cerebro de los humanos en 3, donde el más simple es por supuesto el saurio. En él se encuentran los instintos básicos para la sobrevivencia que pasan por la agresividad, miedo, territorialidad, dominación y los rituales, además de que controla todo lo motriz y lo instintivo.

Lo paradoja en estas 2 teorías es por un lado, lo reptil es muy básico y como por otro lado domina al planeta.

Sorprende de la teoría del cerebro reptiliano el hecho que en muchas escuelas de jurisprudencia la apliquen, para ser utilizada en tribunales. La estrategia es propagar el miedo para despertar el instinto de supervivencia y agresión para sesgar decisionesde ese modo.

Estas observaciones nos llevan a la llamada era de posverdad, que toma resonancia con el triunfo de Donald Trump y su brillante manipulación de masas ignorantes y mermadas. Desde ese momento y hasta ahora el concepto de posverdad genera toneladas de escritos, reflexiones y mesas de discusión.

La  posverdad se desarrolla en varias líneas, una de las principales es la de las emociones; y el jugar con ellas para manipular y cambiar la realidad objetiva o verdadera, por una mentira. Después de eso el desarrollo del pensamiento sobre el neologismo alcanzó niveles donde cada quien elige su realidad; devaluando la importancia de lo verdadero; esto a partir de instintos y emociones como el miedo, el amor, enojo, etc. En resumen, cero reflexión o crítica y mucho menos pensamiento lógico. Actos que darían validez a la teoría del cerebro reptil.

Hace algunos años me encontré con una novela gráfica chilena de gran impacto en Latinoamérica con varias ediciones y records de ventas que mencionaba:

“El mundo está lleno de imbéciles… siempre va a existir gente agresiva e ignorante, incluso gente que tratará de hacerte cosas malas en secreto sólo porque te encuentra “raro” y punto. Pero tú nunca dudes de ti.”

Gay Gigante

El contenido de esta novela se desenvuelve en contra de lo inculto, lo analfabeta, la barbarie y todas esas cosas que nos meten en la posverdad reptil. El argumento principal del libro es una batalla contra el miedo, ese miedo que fácilmente se instala en las masas ya sea para elegir un presidente o para desatar una persecución.

Gay Gigante se convirtió en algo más que un relato gráfico, es un libro crucial para estos tiempos de negación a la verdad.  El chileno Gabriel Ebensperger logra mostrar de manera simple y clara distintos momentos en la vida de una persona que descubre su sexualidad, la cual resulta opuesta a lo que se considera “normal”; En esta historia no hay tragedias ni grandes dramas, sólo el miedo de crecer y encontrarse rodeado  de mentes retrogradas, es una narración que tiene la virtud de ser divertida y que burla a la imbecilidad.

Se es un gay gigante porque algo gigante no se puede esconder, se es gigante porque escapa y enfrenta al miedo, porque al final siempre hay un acto de valor y de verdad que va más lejos.

Este libro se suma al exitoso Fun Home de Alison Bechdel y al tan aclamado Le Bleu est un Couleur Chaude de Julie Maroh y tantos otros que abordan los temas no binarios; con el plus de ser una novela gráfica latinoamericana.

La novela es un llamado a la reflexión, al valor, a la aceptación y al orgullo, es el playlist de un relato honesto que refleja la alegría por la vida. Gay Gigante muestra cómo escapar de las trampas del miedo para no quedar reducido a un simple reptil o dinosaurio en la era de la posverdad y el fake news.

Oscar G. Hernández editor de sección en la Revista Marvin

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